Acompañamiento Transpersonal

El profundo autodescubrimiento del SER

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La identificación con los pensamientos, es el origen del malestar, a nivel mental, corporal y espiritual (más allá de la persona, lo que llamamos trans-personal) que como seres humanos, experimentamos en estos días.

 

Hay pensamientos que al pasar por la corriente de conciencia nos han producido presión en el estómago y, sin embargo, hay otros que nos han provocado una sonrisa expansiva.

 

Cuanto más inconscientes seamos del pensamiento que circula por nuestra mente y más identificados sigamos con todo ese loco circuito pensante, más estaremos en manos del pensamiento.

 

Y si además sabemos que no podemos controlar lo que vamos a pensar dentro de dos minutos, ni tampoco sabemos como mantener un pensamiento más de veinte segundos, pues entonces vamos a trabajar la visión del mismo para una vez convertido en objeto visto y no en sujeto, podamos hacer algo al respecto.

 

Este paso, del pensador al observador o testigo neutral y despierto, construye el puente del homo sapiens al homo lucens u homo amans.

 

Un salto evolutivo por llegar que conlleva la liberación del sufrimiento, y el hecho de liberarnos del mismo significa entre otras cosas liberarnos de la ignorancia y la inconsciencia.

 

Es entonces que, el acompañamiento transpersonal se convierte en la guía hacia el encuentro de la sabiduría que habita en nuestro interior.

 

De esta manera, la base del proceso terapéutico es la práctica de la meditación y la atención plena o mindfulness.

 

Las mismas que forman parte del llavero que está a disposición del otro, cada vez que se encuentre con una puerta que necesita ser cruzada.